Atención. En este post se habla positivamente de una película reciente de Nicolas Cage. (Adiós, lectores del blog, adiós...) |
Todos damos por perdida la carrera cinematográfica de Nicolas Cage, el hombre asediado por las deudas que se vio obligado a participar en todo guión que le plantaran sobre la mesa y, para qué negarlo, salvo contadas ocasiones, todas un espanto. Es ver una película suya en cartelera y salir despavoridos para evitar sufrimiento fílmico innecesario. Ésta parecía una más del montón: un cartel de nuestro Nicolas junto a una rubia de toma pan y moja, unos trailers televisivos que prometían venganza a palo seco, mientras nuestro hombre se dedicaba a matar a diestro y siniestro. Lo dicho, una más del montón. Pero...