| A mí se me queda la misma cara a veces |
No acostumbro a leer periódicos ni ver informativos. Las noticias cotidianas, por lo general, me hacen desconfiar de la especie humana y sólo consiguen que sea hipertensa, por eso prefiero cierto aire de ignorancia... Sí que me gustan las rarezas. Tampoco es que las busque, vienen a mí sin más, como si tuviera un imán. Quizá sólo se deba a que presto más atención a lo excepcional que a lo decepcionante. Hay ciertos acontecimientos que vale la pena tanto conocer como compartir y tengo la costumbre de comentar con mi entorno los que me hacen gracia.
Hay que reírse, señores, alarga la vida, y este mes de junio está siendo especialmente rico en sucesos hilarantes. Para muestra un botón, bueno tres, de menor a mayor grado de... no sé si llamarlo inverosimilitud, delirio, surrealismo o mera estupidez. Dejémoslo en guasa para ofender al menor número de lectores.
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9/06/2013
La primera noticia atañe al mundo de la tecnología y la informática. Se conoce que la ingeniería se devalúa también fuera de España. Todos conocemos los robots japoneses de apariencia similar a un astronauta de plastiquete que cada año aprenden a hacer alguna pirueta nueva. Un año andan, al siguiente se sientan, suben escaleras, se ponen de rodillas, bailan... Este año les toca aprender a hacerse los muertos. Seguro que tendrán alguna utilidad (ellos y sus perros, que los tienen). Yo no soy ingeniera y no puedo saberlo, pero tengo fe en que así sea. El caso es que hay algo aún más ingenioso y mucho más útil, dónde va a parar... Les hablo de un proyecto novedoso, un proyecto que ha dispuesto de fondos suficientes como para llevarse a cabo, un proyecto de ingeniería al que, probablemente, se ha dedicado mucha energía, tiempo, dinero e inventiva.
Tal es la genialidad que no puedo más que remitirles a la página web de su creador, David Neevel (inventor prolífico, padre a su vez de la guitarra que envía emails o el separador de Oreos, entre otras hazañas) para que sean testigos de su magnífica producción. Señores, el último gran invento del que les hablo y sin el que nuestra vida tendría mucho menos sentido, es el Penis Drawing Machine. Un robot que, no sólo dibuja penes como su propio nombre indica (eso sería un avance, pero no revolucionaría la robótica), sino que también sabe escribir la palabra en inglés. Me sentí feliz al conocer su existencia, esto sí que es progreso tecnológico, ¿qué adolescente va a destrozar ahora sus libros de texto con dibujos obscenos cuando una máquina puede hacerlo por él? ¿Cuándo saldrá a la venta la versión portátil para pintar también las puertas de los baños públicos? La juventud ya tiene una razón para vivir.
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13/06/2013
Vamos con la segunda. Ésta me ha abierto los ojos. Yo no me había fijado, pero menos mal que ha habido alguien que sí, si no el futuro de la humanidad se vería comprometido. Ustedes quizá no se han dado cuenta, por lo que me alegro de ser yo quien les prevenga de este peligro que nos acecha en todos los hogares. El caso es que ha habido un sabio, un visionario, director de un laboratorio que sí ha reparado en el peligro de jugar con ciertos juguetes potenciadores de la violencia infantil. Se ha puesto manos a la obra y junto con un equipo de su laboratorio, además de un grupo de sociólogos, psicólogos y familias externo, ha invertido también esfuerzo, tiempo y dinero (con la que está cayendo) en el análisis de las expresiones faciales de los muñecos de LEGO desde su creación hasta nuestros días, para concluir que sus expresiones son cada vez más hostiles y agresivas, lo cual, obviamente, influirá en el carácter de los niños que jueguen con ellos.
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| Comparen, por favor |
Es más, se lo ha tomado tan en serio que ha escrito a LEGO y les ha presentado su informe, para intentar que esta locura acabe. No sé dónde vamos a llegar... Aunque a lo mejor la razón de estas expresiones sea que ahora hay LEGO barco pirata, monster, El Señor de los Anillos, La Guerra de las Galaxias, El Llanero Solitario, persecución policial... y antes LEGO era una casa con jardín y, si me apuran, un equipo de salvamento. Un pirata con la misma cara que la madre de familia de la casa con jardín y fogones pintados me parecería más perjudicial para el razonamiento infantil.
Amigos, esto es como las películas de acción: al malo se le tiene que notar que es malo y al bueno que es bueno, para saber con quién vamos. Los juegos deben ser así, obvios, ya está la realidad para confundirnos. A lo mejor este hombre es un científico malvado que obra de esta manera para confundirnos aún más... Ya no sé que pensar, todos mis LEGO sonreían y el mundo me desconcierta bastante.
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Y la tercera, si bien es la más preocupante desde las coordenadas de la sensatez, también es la más graciosa y ésta, además, no pienso ni comentarla. Hace reír por sí misma, con lo que sólo la enunciaré y será el fin de mi artículo, añadir cualquier cosa sólo rompería el encanto. Considero que es, en esencia y por sí misma, el colofón perfecto a esta serie de despropósitos, con lo que sólo les deseo que lo rían bien.
Una niña de nueve años ha pasado todos los controles de la aduana en un aeropuerto turco, hasta llegar a entrar en el país sin problema alguno, tras presentar un pasaporte de juguete (con un osito en su portada, no crean que era un juguete de esos que se parecen a los objetos de la realidad), en el cual se afirma que el portador es un unicornio rosa mágico. El pasaporte, como verán en la imagen, fue sellado, lo que hace pensar que se cumplieron los protocolos. Si en vez de una niña inglesa hubiese sido un unicornio rosa mágico, no habría noticia.
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